Uno de los mayores derechos del campesino: la autogestión en la producción de nuestra comida, se nos niega e impide sistemáticamente por las multinacionales agroalimentarias y sus socios colaboradores, los gobiernos y legisladores. Ante las patentes sobre la vida, la mera opción de producir nuestra propia simiente se convierte en un acto de desobediencia civil.
En el año 2007, un grupo de personas unidas al mundo rural en Asturias por distintos lazos, muchos de los cuales tenÃamos una huerta, nos unimos con un objetivo: el mantenimiento y la recuperación de semillas, como base para poder alcanzar la soberanÃa alimentaria.
Y finalmente, esa función germinativa de los frutos se expande en este blog, para que su labor reproductiva se extienda hacia el resto de la sociedad y que poco a poco los guardianes de semillas no sean una especie en extinción sino un pilar fuerte de una nueva revolución y esta vez, verde de verdad.
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ResponderEliminarMuchas gracias por la información
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